En esto días estoy conmocionada por el brutal accidente ocurrido en las inmediaciones de Santiago. 80 personas fallecidas, 90 heridas y 32 en estado crítico. Un trágico desenlace de lo que parece la consecuencia de saltarse los límites, bien sean los de velocidad o el límite de mantener un sistema que, al parecer, de haber funcionado, no estaríamos hoy hablando de este suceso. Sean cuales sean las caus del descarrilamiento del tren que todavía están por esclarecerse lo que sí se necesita, al menos yo, es que las personas o entidades responsables tengan la madurez suficiente para responsabilizarse de lo que se ha hecho. Bajo mi opinión, una buena manera de crecer como sociedad. 

Lo sucedido me ha hecho reflexionar. Reflexionar sobre la importancia de los límites y lo sano que crece una persona cuando los límites son establecidos y sobre todo, observar qué sucede cuando en nuestra vida diaria nos los saltamos cuando nos relacionamos con nuestra familia, con nuestras amistades, con la pareja, en el trabajo... Antes de seguir leyendo, piensa en el día de ayer, sólo ayer, ¿qué límites crees que te saltaste? Al saltarse un límite, además estás invadiendo un terreno que no es el tuyo. ¿cuál crees que invadiste?.

Para aterrizar esto en algo más concreto, por ejemplo en las relaciones paterno-filiares he encontrado este artículo "Cómo poner límites a la hora de educar". En él se explica qué son los límites, cómo establecerlos y los resultados que se obtendrán al aplicarlos. Recomendable la lectura y que cada quien saque sus propias conclusiones.

Manifiesto: poner límites (me ayuda a crecer)

Un ejemplo gráfico en el Valle del Jerte, por lo simbólico, se encuentra en la poda. El agricultor es el que sabe qué rama va creciendo por una dirección que no es buena para el árbol ni para él como agricultor. Es por lo que coge las tijeras de podar y corta, porque sabe que por ahí no le va a ir bien crecer. Al árbol le puede doler en un principio, pero esta pequeña "frustración" es necesaria vivirla para que el "árbol" entienda que no se puede crecer por donde quiera. De hecho cuando esto pasa (crecer sin control), es muy difícil coger luego el fruto.

Moraleja: Padres-madres-agricultores-agricultoras sigan podando. Los árboles les necesitan! y al árbol? acepta los límites, te hacen crecer!.